EL CINTURÓN DE ORIÓN Cae la oscuridad de la noche, se silencian las calles. Y ahí estábamos un día más conversando y riendo, sentados frente al palco del Universo, admirando el maravilloso espectáculo, que nos deleita la luna llena y su reflejo en mar (Mangata). Sonaba de fondo el romper de las olas contra la escarpada orilla, una suave y brisa fresca nos sorprende y buscando refugio nos acunamos frente a frente, sintiendo el calor de tu pecho en el Cinturón de Orión, que se distingue sobre mi perfil. Y ahí estábamos abrazados frente al palco del Universo sintiéndonos en otra galaxia.
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MICRORRELATOS CÓSMICOS: El Cinturón de OriónNaomi PérezFecha de publicación
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MICRORRELATOS CÓSMICOS: Amor isotrópico
AMOR ISOTRÓPICO Paseábamos bajo la luz de la Luna declarándonos mutuamente nuestro amor isotrópico “que traspasaba el espacio y el tiempo”. La constante G, aunque imperceptible, era la fuerza predominante entre nosotros. Intuíamos que la materia bariónica que formaba nuestros cuerpos, había surgido de la misma estrella en algún momento de los últimos trece mil millones de años y que justo aquí y ahora, en esta isotropía espacio temporal y por efecto de la bendita Ley de Atracción Universal, nuestros bariones y leptones caían unos hacia el núcleo caliente e inestable de los otros. Los
Carlos de ArmasFecha de publicación -
MICRORRELATOS CÓSMICOS: Deseos
DESEOS Quería envasar el espacio al vacío. Pensé en subir a la Luna, esconderme en su lado oscuro y esperar. Imaginándome como el único superviviente de un viaje espacial, empecé a pensar en mis posibilidades. Si todo en esta vida es temporal, ¿cuánto tardaría en atrapar el tiempo? Con suerte, los ocho minutos diecinueve segundos que tarda en llegarnos la luz solar, pero luego, habría otro problema, ¿en qué realidad alternativa comprimiría ese espacio?... Sinceramente, se planteaban varios dilemas, porque envasar el espacio al vacío, sólo para recuperar los deseos que pedí a las estrellas
Antonia García PadillaFecha de publicación -
MICRORRELATOS CÓSMICOS: Marte
MARTE Cuando me dijeron que ya había nacido la primera generación que iría a Marte, nunca pensé que una de las primeras visitantes al planeta rojo sería mi hija. Desde pequeña sintió interés por el Universo y nosotros le fomentamos la que luego se convertiría en su afición, siendo años más tarde, su carrera profesional. Siempre vives con cierta incertidumbre, con miedo a lo desconocido o a los peligros que pudieran surgir. Lo cierto es que estaba tan feliz, que era imposible decirle: ¡Hija, tengo miedo! Te vi partir y esperé tu regreso. Ese día, tu sonrisa inundó al universo entero.
Ana Guacimara Hernández MartínFecha de publicación -
MICRORRELATOS CÓSMICOS: Perseo del Norte
PERSEO DEL NORTE Ya no veo las Perseidas desde aquel patio de vida, la luz apagada de un techo de madera. Pero sueño con la órbita del cometa Swift-Tuttle, cruzando de vez en cuando la Tierra. Quizá algún día pueda volver a divisar los meteoros que son como granos de arena surcando infinitos sin asfalto. Quiero arrojarme al vacío del Universo sin escafandra. Somos minúsculos ante la belleza de la Vía Láctea. Mientras sigo rotando en esta espiral de sueños dormidos. Planeo irme a un lugar mejor, soy como Perseo, constelación del norte, como las lágrimas de San Lorenzo mediando la Luna.
Sandra LorenzoFecha de publicación -
MICRORRELATOS CÓSMICOS: Hipe, la yegua negra
HIPE, LA YEGUA NEGRA Asustada por la tormenta, la yegua negra preñada, huyó aquella noche hacia el bosque. Cuando la encontré estaba tendida en el suelo, con una enorme brecha en la frente, mojada, ensangrentada, exhausta; pero feliz. Acariciaba con la quijada el lomo de su potrillo, pareciendo profetizarle que galoparía ágil como un ave. Su corazón latía ya despacio y lejano, imitando el pulso de la Tierra. Con el ojo derecho lo contemplaba, por el izquierdo miró al firmamento mostrándole la constelación de Pegaso, desde allí lo cuidaría. Y entonces, Hipe, la bella Hipe, dejó de ser animal
Aurelia María Torres ÁlvarezFecha de publicación -
MICRORRELATOS CÓSMICOS: Mi lugar favorito
MI LUGAR FAVORITO Existe un lugar muy remoto, donde el Sol apenas roza Allá no se percibe ruido alguno, sólo el silencio reposa. Tan misterioso como evidente, guardando secretos Tan oscuro como brillante, de paradójicos aspectos. Ese sitio que mis ojos anhelan, Pero que mis manos odian al sentir que se congelan. Aquel paisaje tan triste y distante. De montañas pequeñas, y de olor repugnante. Es todo lo que quiero para mi tranquilidad. Un pedazo de sus hielos para enfriar mi ansiedad. “Microrrelatos cósmicos” es una categoría dentro de nuestro blog “C/ Vía Láctea, S/N”. Os invitamos a
Kevin Ipia GuzmánDaniela OviedoFecha de publicación -
MICRORRELATOS CÓSMICOS: El eco pensante
EL ECO PENSANTE Antes, observaba el Universo como un frenesí que no cesa, polvo de estrella vertido del fenecer humano. Una cuna habitante en almas, cuerpos y corazones, de los que sienten el placer, de los que se pierden entre pieles y arrugas de sábanas blancas, de los que con sus besos cantan al amanecer. Ahora, de niño, levanto la mirada, y recorro ingenuo la mansedumbre viuda que colorea de obscuridad el amargo horizonte. Preguntas encendidas que respiran agónicas en el pecho de las galaxias. Probabilidades inmundas esperando resultados angostos en la habitación del ayer. Fuimos, somos
Jesús Palenzuela BautistaFecha de publicación -
MICRORRELATOS CÓSMICOS: Arcanos
ARCANOS Por fin es tiempo de reunión. El lugar es el más apartado de entre los que nos movemos, las expectativas son grandes. Llega la noche, es el momento. Rostros irreconocibles en la oscuridad transmiten conocimientos arcanos a los miembros neófitos. Luminarias carmesí guían nuestros pasos. Observadores improbables huirían con temor ante nuestra extraña imagen. Elevamos nuestros ojos al cielo o los bajamos hacia los objetos que portamos, en busca del conocimiento. La emoción que nos embarga adormece nuestro cuerpo que no es consciente del frío. No importan las diferencias, nos hermana la
Miguel López PulidoFecha de publicación -
MICRORRELATOS CÓSMICOS: Ion
ION Despegó el ojo del ocular y volvió a la realidad de la fría noche. La taza de café humeaba en la mesa; la luz roja del “Stellarium” llenaba la cúpula. Entonces comprendió lo que llevaba a los astrónomos a dedicar una vida entera a esa íntima contemplación. Su mirada se distrajo en el perfil azulado del horizonte. Inspiró hondo el aire de la incipiente primavera y volvió a sentarse ante el telescopio. Allí estaba, brillante y misterioso. Una emoción lo invadió de repente. No supo si realmente seguía en la Tierra o se había transportado a un mundo remoto. “Microrrelatos cósmicos” es una
Pablo Eleazar Merino AlonsoFecha de publicación