Para entender la relación entre la formación de barras y el entorno es necesario distinguir entre los efectos que las interacciones producen en los discos y como estas modifican la consiguiente formación de barras. Con este objetivo hemos obtenido la fracción de galaxias barradas en tres entornos distintos que van desde entornos de campo hasta entornos de cúmulo como Virgo y Coma, además cubriendo un rango de luminosidades (o equivalentemente de masas) sin precedentes. Hemos confirmado que la fracción de barras depende fuertemente de la luminosidad de las galaxias. Tambien hemos demostrado que la diferencia entre la distribución de la fracción de barras en función de la luminosidad (y de la masa) en el campo y en el cúmulo de Coma son estadísticamente diferentes, siendo el cúmulo de Virgo un caso intermedio. La fracción de galaxias barradas muestra un máximo de aproximadamente un 50% a Mr~-20.5 en cúmulos, mientras que el pico se desplaza a Mr~-19 en el campo. Nosotros interpretamos este resultado como una variación en el efecto que el entorno tiene sobre la formación de las barras con la luminosidad. Especulamos que los discos brillantes son suficientemente estables contra las interacciones como para mantener su estructura fria, y por tanto las interacciones son capaces de provocar la formación de barras. En el caso de galaxias más débiles, las interacciones se vuelven lo bastante importantes como para calentar o incluso destruir los discos, y por tanto evitar la formación de barras. Por ultimo, señalamos tambien que el debate sobre si la fracción de barras depende o no del entorno se podría resolver teniendo en cuenta los diferentes rangos de luminosidad que se han usado en estudios anteriores.
Fecha de publicación
Referencias
2012ApJ, 761L, 6M
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