![Imagen y ampliación (a color) de la galaxia ultra-difusa Dragonfly 44 tomada por el telescopio espacial Hubble. Muchos de los puntos sobre la galaxia se corresponden a los cúmulos globulares estudiados en este trabajo para explorar la distribución de materia oscura. La galaxia es tan tenue que pueden verse otras galaxias situadas por detrás de ella. Crédito: Teymoor Saifollahi y NASA/HST. Imagen y ampliación (a color) de la galaxia ultra-difusa Dragonfly 44 tomada por el telescopio espacial Hubble. Muchos de los puntos sobre la galaxia se corresponden a los cúmulos globulares estudiados en este trabajo para explorar la distribución de materia oscura. La galaxia es tan tenue que pueden verse otras galaxias situadas por detrás de ella. Crédito: Teymoor Saifollahi y NASA/HST.](/sites/default/files/styles/crop_square_2_2_to_320px/public/images/news/4096-2678-max.png?h=b90d7213&itok=GWRv5yyE)
La formación de galaxias no se puede entender hoy sin la presencia de un componente omnipresente, pero aún misterioso, llamado materia oscura. Los astrónomos han medido cuál es la cantidad de materia oscura alrededor de las galaxias y han descubierto que varía entre 10 y 300 veces la cantidad de masa visible. Sin embargo, hace unos años, el descubrimiento de un objeto muy difuso, llamado Dragonfly 44, alteró esta perspectiva. Se descubrió que esta galaxia tiene 10.000 veces más materia oscura que las estrellas. Desconcertados por este descubrimiento, los astrónomos se han esforzado por
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