La misión Kepler ha hecho una observación importante, la primera detección de fotones de un planeta terrestre mediante la observación de la curva de fase, del planeta Kepler-10b. Eso abre un nuevo campo en la ciencia de exoplanetas: la posibilidad de obtener información sobre la atmósfera y la superficie de los planetas rocosos, los planetas de mayor interés. En esta comunicación, se aplica el modelo del 'océano de lava' para interpretar la curva de fase observada. El modelo, de un planeta sin atmósfera con una superficie consistiendo parcialmente de rocas fundidas, se ha propuesto para los
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