La isla de Corvo ya cuenta con 10 sensores que monitorizan la oscuridad nocturna de la Isla, para determinar el impacto de la luz artificial sobre las aves marinas. La instalación de los fotómetros se ha llevado a cabo esta semana gracias a la colaboración municipal y a SPEA Azores, uno de los cinco centros de la Macaronesia que trabajan en el proyecto Interreg EELabs, que coordina el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). Durante los próximos años, el laboratorio de contaminación lumínica del proyecto EELabs de Corvo medirá la propagación de la luz artificial nocturna en los
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