Hace tres décadas, uno de los primeros telescopios espaciales capacesde captar rayos X en el espacio detectó un tipo de objeto desconocido: brillaba en rayos X más que cualquier estrella, pero mucho menos que otras fuentes identificadas, como los núcleos de galaxias activas. Con no mucha originalidad se bautizó a estos nuevos objetos fuentes X ultraluminosas (ULX). En este trabajo se ha logrado descifrar este misterio y hemos encontrado que lo que hace brillar tanto a la fuente ULX mejor estudiada (ULX P13) no es, como muchos esperaban, uno de los muy buscados agujeros negros de masa
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