El IAC hace seguimiento activo del asteroide que la ONU ha calificado como potencialmente peligroso

El Gran Telescopio Canarias (GTC)/ Pablo Bonet
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El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) es uno de los centros de investigación internacionales que está realizando seguimiento activo del asteroide 2024 YR4 que ha sido calificado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) como potencialmente peligroso al tener un 1,5% de probabilidades de impacto con la Tierra en el año 2032. El asteroide se descubrió en diciembre de 2024 y tiene un tamaño estimado de entre 40 y 90 metros.

Ante estos datos, la ONU ha activado los protocolos de defensa planetaria para precisar mejor la órbita, el tamaño y la amenaza que supone 2024 YR4. Los protocolos de la ONU se activan precisamente cuando la probabilidad de impacto es superior al 1%. Para ello se activa la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN), presidido por la NASA; y el Grupo Asesor de Planificación de Misiones Espaciales (SMPAG), presidido por la ESA.

El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) es uno de los referentes en este ámbito a través de su grupo de Sistema Solar, liderado por la doctora Julia de León y el doctor Javier Licandro. EL IAC participa aportando datos y, además, la doctora de León actúa como punto de contacto de la ESA en España para los NEOs (Near-Earth Objects, es decir objetos cercanos a la Tierra) y para Defensa Planetaria, que son las técnicas de observación y acción destinadas a prevenir impactos de estos objetos en nuestro planeta. 

EI IAC lleva varias semanas observando al asteroide 2024 YR4 desde sus observatorios lo que ha permitido obtener medidas muy precisas de su posición y mejorar la determinación de su órbita. Además, a pesar de lo débil que es el objeto la doctora Julia de León ha proporcionado información sobre su composición, gracias a la obtención de espectros obtenidos con el Gran Telescopio Canarias (GTC), el telescopio más grande del mundo.

El Gran Telescopio Canarias (GTC)/ Pablo Bonet

Javier Licandro explica que “es importante saber bien qué tipo de asteroide es, en cuanto a su composición, para tener la mayor precisión en cuanto a su tamaño”. Además, recuerda que este es el segundo caso en el que al observar un objeto y calcular su órbita se determina que puede tener una probabilidad mayor que un 1% de impactar en un futuro próximo. “El primero fue Apophis, que fue descubierto en el año 2004 y que, en unas primeras observaciones se determinó que la posibilidad de impacto era superior al 1% pero, tras el seguimiento, se estudió con mayor precisión la órbita y se pudo determinar que pasará muy cerca de la Tierra en 2029 pero que no impactará. Apophis mide aproximadamente 375 kilómetros”, explica Licandro y añade que “en este caso, el tamaño es más pequeño pero al estar por encima de un 1%, ya se entra en un protocolo de seguimiento que se ha establecido para estudiarlo todo lo posible”. 

Julia de León explica que con su programa de observación en GTC, ha podido determinar que el objeto es una roca formada por silicatos y algo de metal. “Sabiendo la composición, podemos inferir el albedo (la cantidad de luz que refleja su superficie), y con la medida de albedo estimamos su tamaño”, explica de León. 

El IAC sigue haciendo seguimiento de este objeto y está en contacto con el resto de organismos internacionales para contribuir a una mejor determinación de su tamaño, órbita y posibilidad de impacto. 

2024 YR4 fue descubierto por uno de los telescopios de la red ATLAS, una red dedicada a la detección de asteroides en trayectoria de impacto con la Tierra de la que el IAC forma parte. La quinta unidad ATLAS (ATLAS-Teide) acaba de ser instalada en el Observatorio del Teide y pronto comenzará su operación científica, lo que coloca a nuestros observatorios en la vanguardia de los programas de Defensa Planetaria.

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