La existencia de materia oscura es probablemente una de las incógnitas fundamentales de la ciencia actual y desentrañar su naturaleza se ha convertido en uno de los objetivos primordiales de la Física moderna. A pesar de representar el 85% de toda la materia en el Universo, no sabemos qué es. En su descripción más simple está formada por partículas que interaccionan entre sí y con la materia ordinaria solo a través de la gravedad. Sin embargo, esta descripción no se corresponde con ningún modelo físico. Averiguar qué es la materia oscura pasa por encontrar evidencia de algún tipo de
Desde hace tiempo se sabe que los fulerenos – moléculas de carbono muy grandes y complejas, altamente resistentes y con potenciales aplicaciones en nanotecnología – están mayoritariamente presentes en nebulosas planetarias (NPs); estrellas viejas y moribundas con masas progenitoras similares al Sol. Los fulerenos (principalmente el C60 y C70) se han detectado en NPs en donde su espectro infrarrojo (IR) está dominado por bandas IR muy anchas aún no identificadas. La identificación de las especies químicas (estructura y composición) responsables de esta emisión IR que está ampliamente presente
Estudios observacionales recientes sugieren que, al contrario de lo que se pensaba, la retroalimentación de los núcleos galácticos activos (AGN)— los centros energéticos alimentados por agujeros negros supermasivos— pueden desempeñar un papel importante en la formación y evolución de las galaxias enanas. Investigamos este fenómeno utilizando dos configuraciones de 12 simulaciones cosmológicas magnetohidrodinámicas de la formación de galaxias enanas: una configuración empleando la versión original del modelo de formación de galaxias AURIGA, que incluye retroalimentación de AGN y otra