El satélite Kepler se dedica a la observación del brillo de más de 150.000 estrellas situadas en las constelaciones del Cisne, Lira y Dragón. Las series temporales fotométricas, tomadas con una precisión de micromagnitudes, son excelentes para el estudio de las oscilaciones estelares. Estas oscilaciones conllevan pequeños cambios en el brillo y están causadas por ondas atrapadas en el interior de las estrellas. El campo de la astrosismología utiliza la información proveniente de estas oscilaciones estelares para conocer su estructura interna. Las estrellas delta Scuti y gamma Doradus son dos
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