La formación y evolución del disco de nuestra galaxia, la Vía Láctea, sigue siendo un enigma en la astronomía. En particular, la relación entre el disco grueso y el disco delgado —dos componentes clave de la Vía Láctea— aún no está clara. Entender las propiedades químicas y dinámicas de las estrellas en estos discos es crucial, especialmente en las regiones donde sus características se superponen, como alrededor de [Fe/H] ~ -0.7, que marca el extremo pobre en metales del disco delgado, superior al del disco grueso. Esto suele interpretarse como un indicio de que el disco delgado se formó en
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