Electricidad
El consumo eléctrico en las dos sedes del IAC (la Sede Central en La Laguna y el CALP en La Palma), junto con la nueva sede tecnólogica (IACTec) y los dos Observatorios (del Teide en Tenerife y del Roque de los Muchachos en La Palma) es el causante de la mayor parte de nuestra huella de carbono. Por ello, es una prioridad disminuirla mediante la generación local de energía renovable. El caso de los Observatorios de Canarias representa un reto tecnológico y ambiental muy importante debido al entorno natural único donde están emplazados. La solución pasa por una combinación de generación local fotovoltaica en lugares adecuados (por ejemplo, sobre los tejados del edificio de GRANTECAN, con la instalación actual de 100 kW-pico) y de generación externa en parques renovables ya existentes, como Garafía y Granadilla, quizás mediante aerogeneradores dedicados que puedan cubrir el consumo promedio de ambos Observatorios.
Respecto a las dos sedes, el consumo total de electricidad en 2019 en la Sede Central (1400 MWh) y el CALP (1300 MWh) implica una huella de carbono de 840 y 780 TCO2 anuales, respectivamente. La generación anual de energía por paneles fotovoltaicos fue ese año de 44 y 25 MWh, Sede Central y CALP, respectivamente. Aunque generamos menos del 3% del consumo, ya se ahorran conjuntamente unas 40 TCO2 anuales. La instalación actual de paneles fotovoltaicos en la Sede Central (58 kW) puede ampliarse progresivamente y con inversiones e integraciones razonables, hasta llegar a 1000-1400 kW, generándose así localmente el 100% del consumo eléctrico y alcanzando la neutralidad en carbono, y similarmente en el CALP.
El IAC puede ser un referente nacional en cuanto a sostenibilidad y debe trabajar para que las administraciones fomenten/exijan en las licitaciones de suministro eléctrico que el origen de la energía sea 100% renovable. Se puede reducir inmediatamente el consumo eléctrico con pequeñas actuaciones: activación de los sensores automáticos de iluminación sólo si la iluminación ambiental es baja; activación selectiva de las pantallas repartidas por los pasillos del centro, etc. Una reducción significativa puede lograrse progresivamente (1) aplicando soluciones simples, como distribuir los despachos atendiendo a la sensibilidad térmica de sus ocupantes, (2) encargando a expertos medioambientales un estudio sobre climatización pasiva y posibles mejoras en el aislamiento, y (3) acometiendo consecuentemente las demandas de climatización en sucesivos años. Por ejemplo, cambiar a doble acristalamiento los despachos más expuestos. Sin embargo, dado que los edificios y actividades del IAC no permitirán una reducción drástica del consumo eléctrico, lo más importante es comenzar desde el primer año un programa decidido de instalación de paneles FV en ambas sedes hasta llegar, si es posible, al balance 100% en consumo/generación. Se han explorado varias opciones para la Sede Central (instalación de cubiertas fotovoltaicas/sombra en todos los aparcamientos bien orientados; cubrir al máximo las azoteas; situar filas de paneles sobre las ventanas superiores de los módulos que dan al sur; cubierta FV en la cancha, etc.) y se estima que hay lugar para instalar progresivamente, y adecuadamente integrados en cubiertas y edificios, hasta 1400 kW en paneles FV, lo que implicaría la neutralidad en carbono para la actualidad y para el futuro próximo (140% del consumo actual). Se incluiría la electrificación, sin coste para los usuarios, de las 150 plazas de aparcamientos de la Sede Central. Los excedentes de la generación de energía se venderían a la red (a 0.05 €/kW-h en 2021) lo que significa un ingreso extra para el IAC. Como mínimo, podrían instalarse 1000 kW, garantizando el consumo y balance de carbono en la actualidad. Los costes actuales (2021) de los paneles (unos 0.7 €/W ya instalados), el ahorro en la factura eléctrica y las previsibles medidas de apoyo de las administraciones hacen factible y urgente su instalación. Esta es la recomendación más importante del presente estudio, permitiendo reducir drásticamente nuestra huella de carbono (hasta un 80%) y acercarnos a la neutralidad total.