El rentable legado de una ley única en el mundo

Mesa redonda “El valor del cielo de La Palma”. De izquierda a derecha: Antonia María Varela, Marc Balcells, Javier Díaz Castro, Christophe Dumas, Juan José Díaz, Anselmo Sosa, Alicia Vanoostende y Juan Carlos Pérez Arencibia. Crédito: Iván Jiménez Montalv
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Cuando en 1988, el Parlamento español, a propuesta del Parlamento de las Islas, aprobó la Ley sobre Protección de la Calidad Astronómica de los Observatorios del IAC, la noticia sorprendió al mundo entero. Llegó incluso a Estados Unidos y un profesor de la Universidad de Wisconsin se lo comentó con extrañeza al investigador español que allí se encontraba Marc Balcells, actual director del Grupo de Telescopios Isaac Newton (ING). Así lo recordó este astrofísico en la mesa redonda organizada en el Museo Arqueológico Benahoarita, de Los Llanos de Aridane, en La Palma, con motivo del 30 aniversario de la Ley del Cielo. Hoy en día, dijo, “La Palma es una garantía”, y apuntó que, para obtener resultados científicos de calidad en Astrofísica, se requiere conjuntamente de un buen telescopio, una buena instrumentación, un buen astrónomo y un buen cielo. “Cada vez que se instala una luminaria correcta en La Palma, se está haciendo que esos datos científicos sean mejores, por lo que la sociedad palmera casi debería firmar los artículos”, comentó con humor.

La mesa redonda, moderada por Juan Carlos Pérez Arencibia, administrador del Observatorio del Roque de los Muchachos, estuvo precedida de un acto oficial de apertura en el que, junto con el director del IAC, Rafael Rebolo, intervinieron distintas autoridades, entre ellos el presidente del Cabildo de La Palma, Anselmo Pestana, para quien la “marca La Palma” ya está asociada a su calidad del cielo. La actividad astrofísica, a la que se están incorporando laboralmente muchos palmeros –dijo-, “proyecta una imagen tremendamente positiva de la Isla”. Y añadió: “Es una a actividad que muchos quisieran tener en su suelo, por lo que debemos estar orgullosos.”

Cristina Hernández Carnicer, directora general de Promoción Económica de la Consejería de Economía  Consejería de Economía, Industria y Comercio, en representación del Gobierno de Canarias, coincidió en hacer esta valoración de la actividad astrofísica y de la Ley del Cielo. Su protección ha permitido a La Palma –señaló- “remarcar su lugar en el mundo, consolidarse como un punto de observación astronómica privilegiado, situando al Observatorio del Roque de los Muchachos como el observatorio más importante del Hemisferio Norte y atrayendo a centenares de investigadores internacionales a nuestra Isla. Al mismo tiempo, ha permitido que se consolide como un paraíso para el astroturismo, fenómeno que ha ido creciendo en las últimas décadas, reforzado con la declaración como primera reserva Starlight del mundo en 2007 y  con el reconocimiento como destino turístico Starlight en 2012.”

La alcaldesa de Los Llanos de Aridane, Noelia García, felicitó al IAC no solo por “el trabajo exquisito científico que se produce en los Observatorios sino también, y casi más importante –subrayó-, por el trabajo social y divulgativo que lleva a cabo para integrar toda esa ingente actividad científica con la vida de gente de nuestra tierra, con nuestras costumbres y con nuestra idiosincrasia.” Señaló igualmente que las instituciones deben redoblar sus esfuerzos para convertir en una oportunidad lo que unos ven como un problema cuando se habla de la protección del cielo. “Tenemos que ser elementos transmisores de la importancia de proteger ese tesoro de nuestra tierra. Tenemos que aprovecharlo, explotarlo, guardarlo y atesorarlo”. Y finalizó invitando al IAC a seguir contagiando “la ilusión de mirarnos menos a los pies y más a las estrellas”.

El Telescopio de Treinta Metros

La Ley del Cielo ha contribuido sin duda a atraer grandes instalaciones científicas y a los mayores telescopios del mundo. Prueba de ello es que el Observatorio del Roque de los Muchachos se haya convertido en alternativa a Hawái para la instalación del Telescopio de Treinta Metros (TMT), en proyecto actualmente. El equipo de este telescopio quiso participar en la celebración de esta Ley  en el acto celebrado en Los Llanos de Aridane, donde su jefe de Operaciones Christophe Dumas, insistió en que La Palma se mantiene como posibilidad, pese a las últimas noticias sobre el desbloqueo legal para su instalación en la isla de Mauna Kea. “El Observatorio del Roque de los Muchachos tiene total capacidad para satisfacer los objetivos científicos del TMT dadas las características de la atmósfera en longitudes de onda visibles y cercanas al infarrojo, que son similares a las de Hawái. Además, la atmósfera en La Palma está estabilizada por el océano, es una atmósfera sin turbulencias y limpia, por encima del mar de nubes. Y, muy importante –añadió-, este observatorio ya dispone de la infraestructura necesaria y eso abarata costes”.

Dumas también explicó a los asistentes la ciencia que se hará con este telescopio y que abordará temas relacionados con física fundamental y cosmología, los principios del Universo y la formación de galaxias, los agujeros negros supermasivos, las galaxias cercanas y la Vía Láctea, la materia oscura, la formación de estrellas, la búsqueda de planetas similares a la Tierra, la ciencia del dominio del tiempo y observaciones en alta resolución espacial de nuestro propio sistema solar. Además, añadió, mantendrá sinergias con otras instalaciones para la detección de ondas gravitatorias.

A las preguntas de los medios sobre si el IAC tiene esperanzas de que el telescopio se construya en La Palma, el director de este centro, el Prof. Rafael Rebolo, comentó: “La información que me ha transmitido parte del Consejo de dirección de ese telescopio es que el camino todavía puede tener algunas dificultades difíciles de prever. Por tanto, quieren terminar el proceso de concesión de licencia en la isla de La Palma. Quieren estar preparados por si esas complejidades, que ya no serían de carácter legal, hicieran imposible la construcción del TMT en Hawái. En ese caso, podrían venir aquí todavía y nosotros vamos a trabajar para que puedan hacerlo.” Y añadió que hay otros proyectos de telescopios que podrían optar por venir a La Palma. “El Consejo de dirección del Telescopio Solar Europeo tiene que decidir si lo instala en La Palma o en Tenerife. Si el TMT, definitivamente, no utilizase el espacio que se ha concedido para ese fin, quizás podría ser tramitado con una modificación para que La Palma ofreciese ese espacio. Además, hay otros telescopios que, claramente, se van a instalar en La Palma, en caso de que se pueda financiar su construcción. Por ejemplo, está decidido que el telescopio robótico de 4 metros (Telescopio Liverpool 2) vendrá a la isla de La Palma y que ocuparía, de hecho, el espacio que ocupó el telescopio meridiano Carlsberg y, por tanto, con un mínimo impacto medioambiental porque, simplemente, sustituiríamos uno de los primeros que se instalaron hace 40 años por un telescopio más reciente”.

Y a la pregunta de si ha valido la pena este viaje tan largo si no se consigue el TMT, Rebolo contestó: “Definitivamente, sí ha valido la pena. En otro tiempo, alguien podría haber cuestionado si efectivamente el cielo de La Palma era tan bueno como nosotros decíamos. Hoy en día, este consorcio de primer nivel, formado por cinco países, claramente ha establecido que el cielo de La Palma está entre los tres mejores del mundo y que es comparable al de Hawái”.

Rebolo también destacó que “un cielo magnífico puede ser una fuente de riqueza si se hacen conjugar las ventajas económicas, desde el punto de vista de la imagen que dan nuestros observatorios al mundo, con las ventajas desde el punto de vista de un turismo sostenible que ayude a conservar el medioambiente”.

El sector astrofísico canario

Juan José Díaz, profesor titular del Departamento, Economía, Contabilidad y Finanzas de la Universidad de La Laguna (ULL), expuso a continuación de la charla de Christophe Domas los resultados más relevantes del estudio realizado sobre el impacto económico y social de la Astrofísica en Canarias, que ya fue presentado hace unas semanas en Tenerife. Explicó cómo lo que se ha llamado “sector astrofísico canario” (SAC) contribuye e impulsa al conjunto de la economía canaria y, en concreto, a la economía palmera. Mostró los dos grandes motores de arrastre que tiene este sector. “Por un lado –explicó-, la Astrofísica compra bienes y demanda servicios necesarios para el desarrollo de su actividad (desde gastos de energía, combustible, aguas o productos químicos, a servicios de limpieza, seguridad y mantenimiento de las instalaciones, como también abarca la actividad hotelera, el comercio minorista o el transporte). A través de esta compra de bienes y servicios se da actividad al conjunto del tejido empresarial, que es el que genera valor añadido y el que contrata empleo, y se da el primer impulso a la economía”. Como datos señaló que, en 2016, las compras ascendieron a 11.700 millones de euros, de los cuales casi 5 millones fueron realizadas a las empresas instaladas en La Palma.

“Por otro lado –señaló Juan José Díaz-, el sector de la Astrofísica debe entenderse como un empleador, que paga rentas que se acaban convirtiendo en consumo”. En 2016, se generaron 565 empleos directos, de los cuales 186 fueron en la Isla de La Palma, que ha supuesto un pago de salarios y sueldos de 8 millones e euros. “Si se tiene en cuenta el valor final de la producción del empleo, de los salarios pagados y del valor añadido bruto, en conjunto, en 2016, se generaron más de 1.550 empleos a tiempo completo directos e indirectos, de calidad, bien remunerados e indefinidos, y de los cuales más de 540 corresponden a La Palma”. En conclusión, según este profesor, la actividad astrofísica es sumamente rentable para la economía canaria, no sólo en términos de producción sino también de empleo. “No hay muchos sectores que lleguen a estos niveles”, dijo. Y añadió que, además, no solo se genera riqueza y empleo, también impulsa la economía por el cobro de impuestos y cotizaciones a la seguridad social.

El impacto económico y social se incrementará –según el estudio académico- con los nuevos proyectos de telescopios, como el EST, la red de telescopios CTA y el nuevo Telescopio robótico Liverpool2. “Si estos proyectos se materializan, el sector podría crecer hasta un 35%, y si añadimos el proyecto TMT, la inversión y el gasto anual podría llegar a duplicar el del sector astrofísico actual. Eso significa que se generarían más de 3.000 empleos.”

Y Juan José Díaz finalizó su intervención diciendo que las anteriores no son sólo las únicas ventajas económicas que se derivan. “La protección de este cielo es un recurso que puede dar lugar al desarrollo de actividades paralelas, como un nuevo modelo de desarrollo turístico, el astroturismo, que quizá haya que potenciar, modificando el modelo productivo canario. Para ello, la ciencia es la clave, porque realmente es un motor económico, un negocio rentable, que no solo puede arrastrar al sector sino también al conjunto de la economía. Ya lo dijo Arquímides, si queremos una palanca para impulsar el mundo, utilicemos la Ciencia, aprovechemos la Astrofísica, un motor que multiplica con creces lo que se invierte en ella.”

Valor educativo y valor turístico

Alicia Vanoostende, consejera de Turismo del Cabildo de La Palma, destacó como participante en la mesa redonda el valor educativo y social que resulta de la aplicación de la Ley y de la actividad astrofísica, sobre todo en los jóvenes. “De esta relación mantenida durante muchos años han surgido –comentó- numerosas actividades, como talleres infantiles, noches de apagar la luz y encender las estrellas… que buscan concienciar, especialmente a los niños, que son el futuro, de la importancia de la Ley del cielo, y despertar en ellos el interés por carreras científicas”. La consejera hizo referencia expresa a una iniciativa por la que se ha creado en redes sociales una plataforma ciudadana de apoyo al TMT y que ha surgido de forma espontánea. En nombre de esta plataforma habló Michel Fuentes, quien subrayó la importancia de concienciar a la ciudadanía de seguir preservando para las futuras generaciones este magnífico cielo, que tenemos que explotarlo de manera científica y como astroturismo (casas rurales y establecimientos hoteleros tematizados…). “Con la excusa del TMT, queremos ser esa sinergia entre la población y las instituciones que representan el sector de la Astrofísica y de la Ciencia en Canarias.”

La consejera de Turismo también comentó el Pacto por el Cielo en la isla de La Palma propuesto en las conclusiones a las que han llegado el Cabildo palmero con otras instituciones europeas en unas jornadas de políticas regionales sobre contaminación lumínica. “La Palma es el territorio más avanzado en protección del cielo y actuamos como modelo”, señaló. “Este Pacto comprometería no solo a la administración pública, sino que iría más allá de la Ley del Cielo e implicaría también al sector científico, al de los astrónomos aficionados, al sector turístico, al sector económico y al sector social de la Isla.”

Sobre el legado que esta ley ha transmitido a la educación y a la cultura de la isla de La Palma, Anselmo Sosa, gerente de la Oficina de Proyectos Institucionales y Transferencia de Resultados de Investigación del IAC, comentó: “La razón por la que estamos hoy aquí es el cielo, un regalo de la naturaleza a la isla de La Palma. Apoyar su protección es un acto de responsabilidad, madurez e inteligencia por parte de la sociedad de esta isla. Y es deber de nuestro centro, del IAC y de las instituciones usuarias de sus observatorios, devolver ese regalo que nos hace apoyando la protección del cielo de distintas maneras”. Sosa cree que “fomentar la educación, despertar vocaciones científicas en los más jóvenes y desarrollar su creatividad, es un legado que el IAC y las instituciones usuarias pueden hacer a largo plazo”. Es decir que “en un cambio generacional, de 10 o 20 años, se habrá contribuido a que la sociedad palmera sea incluso más culta y más rica y que esté mucho más cerca de la Ciencia y de todo lo que esa ciencia puede aportar”.

Anselmo Sosa también habló de las posibilidades que ofrece el espacio tecnológico IACTec generando empleo y actividad económica mediante la implantación de empresas existentes intensivas en I+D o con proyección de hacerlo y creando nuevas empresas de base tecnológica. “Se espera que la transferencia de conocimientos generados en Astrofísica sea más efectiva en la aplicación de tecnologías relacionadas con tres ejes prioritarios en los que el IAC cuenta con amplia experiencia: instrumentación para grandes telescopios; ingeniería espacial y microsatélites; y aplicaciones biomédicas. Igualmente está abierta a otras actividades de valor añadido para estos sectores. “

Antonia María Varela, futura directora de la Fundación Starlight, destacó que, precisamente, el conocimiento apoyado en la educación es la clave para integrar la ciencia en la cultura de la sociedad. Esta es la única forma de contribuir al avance de la misma. “Una sociedad debe saber integrar dentro de su cultura la ciencia. A lo largo de toda la historia de la humanidad, nuestros antepasados han mirado al cielo. Han estado unidos durante miles de años. Han utilizado el cielo para múltiples facetas, también artísticas y para un patrimonio cultural que solo podemos conocer si preservamos el cielo.” Y puntualizó: “La ley del Cielo no ha sido solo pionera, sino que sigue siendo la única Ley de carácter integral, que también ha servido de precedente para otras leyes que buscan proteger el cielo, tanto en el territorio español como a nivel internacional. Hay leyes para proteger la calidad del cielo oscuro en Cataluña, Andalucía, Cantabria, en la Comunidad Foral de Navarra, las Islas Baleares… Cada vez son más las comunidades que en este país está siguiendo el prototipo de la Ley del Cielo.”

Sobre cómo afecta la contaminación lumínica al medioambiente y a la biodiversidad (especies, hábitats y ecosistemas), Antonia María Varela comentó: “Está muy demostrado que está produciendo un gran deterioro. Altera las relaciones depredador-presa, al mutualismo, al comportamiento de la especie, a su morfología, reproducción, fisiología…, sin hablar del impacto del tendido eléctrico. La contaminación lumínica está afectando a muchas especies, como fauna silvestre y especies oceánicas, tortugas marinas, insectos, reptiles y anfibios. Pero las más afectadas son las aves, sobre todo en reservas de la biosfera y en parques naturales. Un claro ejemplo es la pardela, en Canarias. Esta ave es monógama, se desorienta, no puede volver al lugar donde tiene que volver en su migración y termina muriendo. Pero también están los petreles, el cernícalo primilla, el murciélago.... Y, por extensión, el exceso de luz nocturna también afecta a los seres humanos, que tenemos un ciclo circadiano, de 24 horas, nuestro reloj biológico sigue 24 horas. Necesitamos la luz natural durante el día y la oscuridad natural de la noche. Cuando se altera ese ciclo, es imposible la creación de colesterol, melatonina, cortisol.. y se pueden producir enfermedades y disfunciones como la diabetes, la obesidad o el insomnio. Y de los últimos estudios de la actualidad científica, parece que incluso hay cierta relación con el cáncer, sobre todo en algunos órganos, como de mamas o de próstata.”

Javier Díaz Castro, ingeniero de la Oficina Técnica para la Protección de la Calidad del Cielo (OTPC) de los Observatorios de Canarias, reconoció que no ha sido fácil compaginar la protección con las necesidades de las personas a tener luz. “No obstante, lo que se ha hecho –dijo- es trabajar en los límites mínimos que requiere la normativa y tratando de usar la luz de forma racional”. Explicó que el nuevo led que se está usando ya no es monocromático, como la lámpara que teníamos antes, y que se está mejorando la cromaticidad de la luz en las luminarias led. “Para reducir ese nuevo incremento de contaminación espectral, de más colores, lo que se hace es que, a partir de medianoche, esos niveles se reducen a un tercio. En Tenerife, en la parte protegida de la Isla que afecta a La Palma, se reducen aproximadamente a la mitad. Pero si se necesita tener más luz a partir de la media noche, se pueden poner detectores que, cuando detecten una actividad, pueda subirse; la tecnología es ahora electrónica y lo permite. Por lo tanto, seguimos ahorrando mucha energía. En su día –recuerda Díaz Castro- el consumo eléctrico se redujo en torno al 60%, cuando se cambiaron las primeras luminarias.”

La Ley del Cielo de Canarias es la única Ley en el mundo que protege cuatro aspectos fundamentales para preservar la calidad para la observación astronómica: contaminación lumínica, contaminación radioeléctrica, contaminación atmosférica y rutas aéreas. Esta Ley ha sido también un apoyo fundamental para otros proyectos, como la Iniciativa Starlight, que han nacido con el propósito de difundir los beneficios directos e indirectos, culturales, económicos, turísticos, medioambientales y de calidad de vida que resultan de la defensa de la luz de las estrellas y de la difusión de la Astronomía.

Notas de prensa anteriores y relacionadas:

Más información sobre:

Posibles riesgos de la iluminación LED. Conclusiones del Grupo de trabajo del Comité Español de Iluminación: https://www.ceisp.com/fileadmin/user_upload/Riesgos-iluminacion-led.pdf

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