La colaboración SDSS-III, en la que participa el IAC, ha conseguido determinar la distancia entre las galaxias formadas hace 6.000 millones de años, justo cuando la expansión del universo comenzaba a acelerar. La exactitud de sus mediciones, inédita hasta el momento, ofrece nuevas pistas sobre la enigmática energía oscura, a la que se atribuye la aceleración.
Advertised on