Evidencias observacionales sugieren que existe una co-evolución entre los agujeros negros supermasivos centrales y las galaxias donde residen. En algunas de estas galaxias, el agujero negro está consumiendo el material que tiene alrededor a un ritmo muy elevado, emitiendo una gran cantidad de energía. En estos casos, decimos que la galaxia posee un núcleo activo (AGN por sus siglas en inglés). Estudiar los mecanismos que controlan la relación entre el núcleo activo y el resto de la galaxia es imprescindible para entender como las galaxias evolucionan y se forman, y para poder arrojar algo de luz a esta cuestión es esencial la comparación con galaxias no activas. En este trabajo, en primer lugar identificamos galaxias espirales activas y para cada una de ellas buscamos una no activa que tenga propiedades globales equivalentes, es decir, con la misma masa, luminosidad, orientación, tipo de Hubble y una apariencia visual muy parecida. Encontramos que en las galaxias activas el movimiento de rotación de las estrellas tiene mayor importancia y proponemos dos escenarios. El primer escenario apuntaría a que este resultado es la huella que dejó la transferencia de momento angular entre el gas que ha caído hacia el centro y la materia que permanece en el disco. Alternativamente, el segundo escenario pasa por considerar un origen externo del gas, a través de la captura de pequeñas galaxias satélite cercanas, en cuyo caso, esta captura se debería de producir con mayor frecuencia en las galaxias activas. Ambos escenarios son compatibles con lo observado y no son excluyentes entre sí. Esta es la primera evidencia de diferencias dinámicas a gran escala entre galaxias activas y no activas en el Universo cercano.
Fecha de publicación
Autores
María Begoña
García Lorenzo
Cristina
Ramos Almeida
Tomas
Ruiz Lara
Jesús
Falcón Barroso
P. Sánchez-Blázquez
I. Márquez
J. Masegosa
Referencias