Un candidato a planeta gigante transitando una enana blanca

Observaciones GTC (panel a) y Spitzer (panel b) del tránsito del candidato a planeta WD 1856b. La casi nula diferencia en la profundidad del tránsito medido en el óptico e infrarrojo ayuda a poner límites en la masa del objeto.
Fecha de publicación
Autores
A. Vanderburg et al.
Referencias

Los astrónomos han descubierto miles de planetas fuera del Sistema Solar, la mayoría de ellos orbitan alrededor de estrellas que eventualmente evolucionarán en gigantes rojas y luego en enanas blancas. Durante la fase de gigante roja, cualquier planeta con una órbita pequeña será tragado por la estrella pero planetas lejanos pueden sobrevivir esta fase y seguir orbitando alrededor de la enana blanca. Algunas enanas blancas muestran evidencia de contaminación de material rocoso en sus atmósferas, o en forma de discos en órbitas pequeñas, evidencia que ha sido interpretada como restos de planetesimales rocosos que fueron dispersados al interior del sistema y destruidos por fuerzas de marea. Recientemente, el descubrimiento de un disco gaseoso con una composición similar a la de planetas gigantes gaseosos demostró que planetas masivos también pueden migrar a órbitas más pequeñas alrededor de enanas blancas, pero no está claro si estos planetas pueden sobrevivir el proceso de migración. Hasta ahora, ningún planeta intacto ha sido detectado en órbitas pequeñas alrededor de enanas blancas. En este trabajo, reportamos la detección de un candidato a planeta gigante transitando la enana blanca WD 1856+534 (TIC 267574918) cada 1.4 días. Observamos y modelamos la disminución periódica de la luz de la enana blanca provocada por el tránsito del candidato a planeta en frente de su estrella. El candidato a planeta es aproximadamente del tamaño de Júpiter y posee una masa no superior a 14 veces la masa de Júpiter (con 95 por ciento de confianza). Casos conocidos de enanas blancas con compañeras cercanas (enanas marrones o estrellas) son explicados como consecuencia de la evolución de envoltura común donde la órbita original es envuelta durante la fase de gigante roja y se encoge debido a fricción. En este caso, el largo periodo orbital (comparado con otras enanas blancas con compañeros cercanos) y la baja masa del candidato hacen que la evolución de envoltorio común sea menos probable como mecanismo para explicar su origen. Nuestros hallazgos para el sistema WD 1856+534 apuntan a que planetas gigantes pueden ser desplazados a órbitas pequeñas sin ser destruidos por fuerzas de marea, motivando la búsqueda de planetas pequeños en torno a enanas blancas.