IVÁN JIMÉNEZ MONTALVO Hace unos años los astrónomos se plantearon la existencia de gigantescos espacios en el Universo compuestos de una materia que no se puede ver, tocar, ni oler, pero que le proporciona la densidad adecuada al Cosmos. Parece una contradicción que algo invisible tenga materia y que además dé sentido al aparatoso mobiliario cósmico. El astrofísico Steven R. Majewski, de la Universidad de Virginia (EE UU), ha decido situarse en el lugar desde donde las cosas se ven mejor y ha hecho de la observación su mejor herramienta para explorar los lugares oscuros que desafían nuestro
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