MICRORRELATOS CÓSMICOS: Hipe, la yegua negra
HIPE, LA YEGUA NEGRA Asustada por la tormenta, la yegua negra preñada, huyó aquella noche hacia el bosque. Cuando la encontré estaba tendida en el suelo, con una enorme brecha en la frente, mojada, ensangrentada, exhausta; pero feliz. Acariciaba con la quijada el lomo de su potrillo, pareciendo profetizarle que galoparía ágil como un ave. Su corazón latía ya despacio y lejano, imitando el pulso de la Tierra. Con el ojo derecho lo contemplaba, por el izquierdo miró al firmamento mostrándole la constelación de Pegaso, desde allí lo cuidaría. Y entonces, Hipe, la bella Hipe, dejó de ser animal
Aurelia María Torres Álvarez
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