El mito de la Vía Láctea como nunca antes te lo habían contado
Lo de Zeus era patológico y la diosa Hera lo sabía. Pero no por ello estaba dispuesta a soportar una infidelidad más de su marido, y hermano a la vez. No sólo la engañaba con otras diosas, sino también con algunas mortales que eran seducidas por el mismísimo dios del Olimpo transformado en un manso toro blanco, un bello cisne de cuello largo o una sutil lluvia de oro. Zeus no dudaba en experimentar indignas metamorfosis con tal de alcanzar sus propósitos y satisfacer sus deseos. La última traición, con la hermosa Alcmena, nieta de Perseo y Andrómeda, fue la más humillante para la diosa Hera
María Carmen del
Puerto Varela
Fecha de publicación